El consejo asesor de jugadores del PGA Tour se reunió el viernes pasado durante más de dos horas y se centró en un documento de más de 40 páginas que se llama el «Plan de Salud y Seguridad». El plan es una guía para el regreso al juego el cual actualmente está programado para el 11 de junio en Colonial, y se espera que sea revelado a los jugadores esta semana e impactará en todos los aspectos de la vida en el Tour.
Junto con múltiples pruebas para COVID-19 y la creación de una “burbuja” para jugadores, caddies y oficiales de cada evento, el Tour también planea limitar severamente la posible exposición al cortar el acceso para los fabricantes de equipos.
De fuente segura se sabe ya que no se permitirán representantes de equipos en el campo de práctica, en la casa club o en los vestuarios, y sólo interactuarán con los jugadores a través de una «estación de saneamiento», haciendo el siguiente procedimiento: el jugador colocará el o los palos en los que necesita trabajar en una estación de saneamiento, y el representante del equipo lo recogerá y lo dejará en el mismo lugar tras modificarlo o adecuarlo al jugador. No se permitirán ni jugadores ni caddies en los trailers de equipos.
El Tour describió los detalles del plan a los representantes del equipos en una conferencia telefónica el 1 de mayo, y las compañías esperan una actualización a principios de esta semana.
«Estamos todos en el proceso de tratar de descubrir cuál es la nueva norma. Fue bueno para el Tour proporcionar algunas ideas sobre lo que están pensando. Todo cambia semanalmente y estamos haciendo todo lo que está a nuestro alcance para atender a nuestros jugadores en el Colonial», dijo Jacob Davidson, gerente del Tour de Callaway a GolfChannel.com.
Según otra fuente familiarizada con el plan, no se requerirá que cada representante del Tour se someta a una prueba de detección del coronavirus antes de llegar a un evento, pero esa parte del plan se sigue trabajando y podría cambiar al pasar los días.
Fuente y foto: golfchannel.com