La división cada vez más dura entre el LIV Golf y el PGA Tour llega a un evento de alto perfil en uno de los clubes más prestigiosos de Estados Unidos. Los jugadores que firmaron con LIV no serán bienvenidos en el torneo Pro-Member del próximo mes que se jugará en el Seminole Golf Club en Juno Beach, Florida.
El “field” para el Pro-Member, que se lleva a cabo anualmente el lunes después de la conclusión del Honda Classic en el PGA National, suele ser la envidia de muchas paradas del Tour. El evento en parejas atrae a docenas de superestrellas del juego. El No. 1 del mundo Rory McIlroy, Justin Thomas, Jon Rahm y Patrick Cantlay jugaron en 2022. La edición del año pasado también contó con más de una docena de jugadores que luego firmaron con LIV, ninguno de los cuales estará presente en el Pro-Member de 2023 que va el 27 de febrero.
La decisión de no invitar a jugadores de LIV fue tomada por Jimmy Dunne, presidente de Seminole. Dunne jugó el año pasado con Dustin Johnson, quien se unió a LIV en junio. Anteriormente jugó con Phil Mickelson, quien también se fue al circuito financiado por Arabia Saudita. Dunne es una figura veterana de Wall Street que perdió decenas de amigos en el ataque terrorista del 11 de septiembre en el World Trade Center, donde tenía su sede su empresa Sandler O’Neill (ahora conocida como Piper Sandler). Este año planea jugar con Max Homa.
“Estamos haciendo lo que siempre hemos hecho”, dijo Dunne. “Los jugadores del PGA Tour tienen la primera prioridad. Este evento siempre ha sido apoyado por el PGA Tour. Tratamos de hacer de este un día especial y único para los jugadores del Tour”.
Los jugadores que desertaron a LIV fueron suspendidos inmediatamente por el PGA Tour y algunos, incluido Johnson, renunciaron a su membresía en el Tour. Otros jugadores de LIV que compitieron en el ’22 Pro-Member incluyen a Bryson DeChambeau, Sergio García, Charl Schwartzel, Ian Poulter, Martin Kaymer y Louis Oosthuizen, quien se asoció con el gran Tom Brady de la NFL.
Fuente: Golfweek.ustoday.com / Eamon Lynch
