Hola Fiebruses. Desde que comenzamos a realizar nuestros viajes, la característica principal es crear grandes e inolvidables experiencias diseñadas para un grupo selecto de personas que buscan y valoran lo bueno. Este año por primera vez decidimos salir del hemisferio y nos fuimos a África y Europa, en un tour para el recuerdo. El viaje inició en Marruecos, en donde visitamos Rabat, Marrakech, Casablanca, y Tánger, logrando tener experiencias únicas. La gastronomía, los paisajes naturales, la mezcla de lo antiguo con lo moderno en sus majestuosos monumentos, y un calendario intenso que incluyó visita a nuestra embajada localizada en Rabat, una cena en el desierto, y un paseo en camellos que nos dejó alucinando. Por supuesto el golf tuvo su espacio con una ronda en el campo real, el Royal Dar Es Salam, sede de un evento anual del PGA Tour Champions y por más de 45 años lugar de celebración del Trophy Hassan II del Tour Europeo.
Luego partimos en ferry cruzando el Estrecho de Gibraltar hacia la Costa del Sol, con Marbella, Málaga, y Sevilla esperándonos con los brazos abiertos. Ni hablar de lo exquisito de su cocina, con una mezcla entre lo rural y lo exótico. Bailes de flamenco en vivo, Puerto Banús encantador, las callejuelas de la ciudad, y los campos La Zagaleta y Hacienda Heathland, dieron forma a cuatro días impresionantes. En ruta hacia Lisboa en bus, Sevilla (con su color especial) nos llenó de buena vibra que rematamos con un almuerzo en el Rest. El Rinconcillo en el Barrio de Triana. La larga ruta hacia Portugal nos esperaba y partimos hacia Lisboa, para luego visitar Fátima y Nazaré. El golf hizo presencia con una ronda en el Oitavos Golf Course, pero las noches de Lisboa no se quedan atrás, y en honor a la verdad “le sacamos el jugo”. Fuimos a un fantástico show de Fado con cena incluida (la música autóctona portuguesa), visitamos Fátima (por coincidencia el día de Nuestra Señora de Fátima), un lugar que nos hizo ver y vivir la fe manifestada de cientos de miles de creyentes.
Luego partimos a Nazaré, lugar donde se producen las olas más grandes del mundo, aunque la naturaleza nos negó ese espectáculo, pero lo compensamos con una excepcional comida y fotos desde lo alto del mirador. Terminamos ese día en Oibido, un ancestral y medieval pueblecito con un encanto único. Clausuramos el viaje con una gran cena en el mejor restaurante de todo Portugal, “Solar dos Presuntos”, en donde brindamos y cerramos 15 maravillosos días que nunca olvidaremos.
Finalmente, les recomiendo buscar los hoteles para que vean donde nos quedamos: En Marruecos en el Fairmont Rabat Salé, Sofitel Marrakech, Hyatt Regency en Casablanca, Obal Urban Marbella, y en Lisboa, el Tivoli Hotel. Gracias al fantástico grupo que me acompañó, el cual fue extraordinario por su energía, su diversidad y su tremenda forma de vivir cada experiencia. De verdad, mejor de ahí se daña. Nos vamos de nuevo en octubre 2025, así que contáctenme con tiempo.