DUBLÍN, Ohio – La emoción y la intensidad se sintieron igual para Patrick Cantlay, ya sea con su putt para birdie de 25 pies para empatar por el liderato, o su putt para par de 12 pies en desempate que lo convirtió en un ganador nuevamente en el Memorial.
¿El apretón de manos con Jack Nicklaus? Tan especial como lo fue hace dos años.
Eso era hasta donde se permitía llegar a la normalidad en un torneo que se trataba tanto del tipo que ganaba como del que no jugaba.
Mucho drama. Un poco de lluvia. Ninguna señal de Jon Rahm.
Unas 24 horas antes, cuando Rahm hizo 64 para construir una ventaja de seis golpes, Cantlay ya estaba pensando qué tan bajo tendría que anotar para tener una oportunidad. Y luego a Rahm fue informado al lado del green del 18 tras su ronda del sábado que su prueba de COVID-19 salió positiva, lo que lo dejó fuera del torneo.
«Preferiría enfrentarlo hoy y hacer una ronda extremadamente baja y vencerlo de esa manera», dijo Cantlay luego de cerrar con -1 (71) y vencer a Collin Morikawa (71) con un par en el primer hoyo de playoffs.
«Pero desafortunadamente, no hay nada que pueda hacer», dijo. «Hice todo lo que pude con las cartas que me repartieron, y realmente hice un buen trabajo al concentrarme hoy en mi tarea. Y eso es todo lo que puedes hacer en este juego».
Lo hizo un putt mejor que Morikawa, quien falló un putt de par de 6 pies para extender el playoff.
La gira dijo que Rahm había estado en contacto con un COVID-19 positivo y estaba en su programa de rastreo de contactos, sujeto a pruebas todos los días desde el lunes. Todas las pruebas fueron negativas hasta el sábado, después de la segunda ronda demorada por la lluvia.
Se le informó después de empatar el récord de 54 hoyos en 18 bajo par y 198. Su ventaja de seis golpes empató el récord del Memorial establecido por Tiger Woods. Y luego quedó fuera del torneo.
«Estamos todos devastados», dijo Nicklaus el domingo temprano. «Ojalá pudiéramos descubrir cómo darle a Jon las tres cuartas partes del trofeo».
Fuente: espn.com/golf
