Un año después de que los dos abiertos de la USGA se jugaran sin espectadores debido a la pandemia de COVID-19, el organismo rector anunció el lunes que planea reabrir sus puertas al público en general, aunque de forma limitada, tanto para el US Open como para el Abierto de Mujeres de Estados Unidos.
Ambos majors contarán con un “número limitado de aficionados” que deberán mostrar prueba de vacunación, o de un resultado negativo de la prueba COVID-19 a su llegada a las sedes. Los residentes de California deben mostrar prueba de que han sido vacunados al menos 14 días antes del campeonato, o de que tienen un resultado negativo en la prueba. Mientras tanto, los fanáticos de fuera del estado deberán mostrar un comprobante de vacunación antes del evento. Independientemente del estado de vacunación, se deben usar mascarillas en todo momento mientras se encuentre en el lugar.
El Abierto de Mujeres de EE. UU. ee llevará a cabo del 3 al 6 de junio en el Olympic Club, mientras que el Abierto de EE. UU. Masculino se llevará a cabo dos semanas después, del 17 al 20 de junio, en Torrey Pines.
«El año pasado, extrañamos la energía que los fanáticos traen a nuestros campeonatos. Estamos agradecidos con nuestros funcionarios de salud y seguridad locales y estatales en California por estar en condiciones de dar la bienvenida a algunos fanáticos este año para presenciar a los mejores jugadores del mundo compitiendo por estos prestigiosos campeonatos, mientras trabajamos para mantener la salud y la seguridad de todos involucrados», dijo John Bodenhamer, director gerente senior de campeonatos de la USGA.
El PGA Tour ha disputado varios eventos con menos afluencia de público este año, mientras que el Masters también recibió recientemente una asistencia limitada de fans. Sin embargo, la LPGA todavía tiene mayores restricciones desde que la gira reanudó el juego en julio pasado.
Fuente: golfchannel.com