SAN DIEGO – Cuando el U.S. Open regrese a Torrey Pines en junio, los jugadores se enfrentarán prácticamente al mismo campo que se jugó cuando el torneo se celebró por última vez en el South Course en 2008, año de leyenda en el que Tiger Woods ganó su último Abierto Norteamericano.
John Bodenhammer, director ejecutivo senior de campeonatos de la USGA, dijo a los medios que, aunque mucho ha cambiado en el juego desde el 2008, el South Course sigue siendo una prueba exigente.
“Creo que tendremos prácticamente el mismo campo de golf, pero eso dependerá mucho del clima. Tendremos los mismos anchos de fairways y un rough más gradual”, dijo Bodenhammer.
Desde que Tiger ganó el icónico campeonato de 2008 en Torrey Pines, el arquitecto Rees Jones ha agregado algo de longitud al South Course con nuevos tees en los hoyos 10, 15 y 17. En total, Bodenhammer estima que el campo podría jugar hasta 7,600 yardas en junio, pero «nunca pondremos tan largo».
En cambio, estima que el campo jugará unas 7,300 yardas, lo que sería más corto que las 7,643 yardas que jugó el diseño en el ’08.
«Vamos a dejar que Torrey sea Torrey y esperamos que juegue firme y rápido debido al clima, y con un viento que sea retador”, terminó diciendo el funcionario.
Fuente: golfchannel.com